jueves, 3 de marzo de 2011

APRECIACIÓN MUSICAL ACTIVA PARA NIÑOS


Aspectos a tener en cuenta
La tarea del maestro y la maestra es doble: Debe ser totalmente consciente de los aspectos o elementos esenciales (musicales) de la obra y de las posibilidades que éstos tienen de ser útiles en el aula (didácticas). Deberán poseer claridad, juegos de contrastes, posibilitar el movimiento respuesta corporal… Debe encontrar las actividades apropiadas que, llevándolas a cabo, inducirá a los alumnos a ser ellos también conscientes de los aspectos esenciales de la obra.


Repertorio
Se deben tener en cuenta los siguientes principios:
1. El repertorio debe presentar los diferentes estilos y tipos de música.
2. El contenido expresivo de la obra debe ser relevante para el mundo afectivo de los niños.
3. La obra debe contener por lo menos un recurso compositivo fácilmente perceptible. Los recursos pueden ser:
a. Contrastes en la melodía, tempo, dinámica.
b. Estructura formal clara.
c. Melodía que invite a cantar.
d. Estructura rítmica fuerte que invite al movimiento.
e. Motivos o temas que se repiten
f. Contenido programático.
g. Efectos especiales de sonido o interpretación.


Orden de presentación
Estructurar una secuencia lógica para representar las obras musicales es una tarea imposible. El principio pedagógico de enseñar primero lo más simple u gradualmente agregar dificultades, no es aplicable en la elección de las obras, pero sí a la tarea que esperamos que los niños realicen. La tarea puede ser tan fácil como reacciona a los cambios dinámicos de una obra, o tan fácil como discernir un movimiento del bajo.
El orden de presentación puede ser elegido por el maestro basándose en su propia lógica. Puede conectar la obra con contenidos ya trabajados, con canciones que están aprendiendo, con técnicas y conceptos musicales, con fiestas y estaciones del año…
Una vez que la pieza haya sido estudiada, puede ser comparada con otras obras del repertorio, de esta manera, se establecen lazos entre las diferentes experiencias auditivas y los alumnos irán adquiriendo puntos de referencia que les ayudaran a orientarse en la sala de conciertos.


Metodología
Antes de poder disfrutar del placer del reconocimiento tiene que haber un primer encuentro con la obra. Es este primer encuentro el que presenta la verdadera dificultad al maestro de música. Los alumnos se encuentran incómodos, falta de interés, dificultad para mantener silencio durante un lapso de tiempo que no conocen cuánto será. La tarea del maestro es encontrar caminos y medios para motivarlos suficientemente como para sobreponerse a estos obstáculos. Existen diferentes formas de hacerlo. Estas dependen de las posibilidades didácticas de la obra musical elegida.

1. Presentar un elemento específico de la composición. Los alumnos aprenderán este elemento tocándolo, cantándolo, escribiéndolo… para descubrirlo posteriormente en la audición de obra en su totalidad.

2. Hacer una actividad creativa.

3. En el caso de música descriptiva, determinar qué elementos de composición utilizó el compositor para describir el tema extra musical.

4. Dar las primeras impresiones de la música escuchada. Estas serán expresadas como respuestas a preguntas como:
a. ¿Qué me gustaría hacer al escuchar esta música?
b. ¿Dónde se puede escuchar este tipo de música?
c. ¿De qué lugar proviene?
d. ¿Cómo se bailaría?

5. Observar una partitura o notación grafica de la obra y seguirla durante la audición.

Una vez que se ha conseguido la atención de los alumnos, es posible asignarles tareas que lleven a la apreciación analítica. Prestar atención y tratar de encontrar ciertos sonidos (timbre del instrumento), repetir cierto motivo o melodía, discernir entre las similitudes y diferencias de los temas, etc.
Las audiciones de obras musicales deben tener la siguiente estructura, siempre y cuando sea posible:
a. Actividad motivadora.
b. Apreciación analítica.
c. Participación.
d. Actividad de extensión.

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